lunes, 3 de febrero de 2020

XAPAWIYEME-ISLA DE LOS ALACRANES-CHAPALA-GUADALAJARA

Llego a Guadalajara con el tiempo justo para poder hacer lo pensado, en el Hospicio Cabaña se exhibe la muestra "Grandes Maestros del Arte Wixárika", es una gran oportunidad de apreciar el trabajo en tablas de estambre de los años 60 y 70, así que busco donde comer algo, recuerdo que está cerca el mercado de San Juan de Dios, encuentro un puesto d tacos bien servidos y me pido un par, mientras como observo como el puesto contra esquina es como uno del marcado de Sonora en la Ciudad de México, hay de todo lo "necesario", me llama la atención la ubicación del mismo, pero sólo tragar el último bocado y pagar la cuenta, me dirijo a toda prisa hacia el Cabañas para tener tiempo y poder apreciar la muestra.

Mercado de San Juan de Dios


El Hospicio Cabañas está muy cerca, no hay mucha gente y mi corazón se regocija de finalmente estar ahí, originalmente la muestra terminaría en el mes de octubre, sin embargo, y para mi fortuna la extendieron hasta mediados de enero.

Grandes Maestros del Arte Wixárika Acervo Negrín, fue un deleite visual para el espíritu, enorme riqueza la que se compartió en dicha muestra; "En el comienzo, cuando las criaturas se formaban, la vida era caótica hasta que aquellos quienes son Nuestros Bisabuelos, Tatutsima, tomaron control al inmolarse para transcender sus vidas físicas..."

La comunicación de nuestros antepasados
José Benítez Yicaiye Kikame, 1974

... en aquellos tiempos, nuestros antepasados, los primeros "dioses", no utilizaban el habla pero se entendían en su alma, kipuri, o en su memoria ...
Hay que recoger el gran trabajo de curaduría y museografía, las piezas tenían gran espacio entre sí para poder apreciarlas, el juego d color en la paredes acentuaba de forma que la luminosidad de los cuadros de estambre resaltaba y cada cual contaba con su ficha técnica y en la mayoría de los casos con una "explicación" del contenido del mismo, la muestra se conformaba por módulos de acuerdo a los autores, las grabaciones en voz de los autores le sumaban un plus a la experiencia del recorrido, un deleite sensorial en su totalidad.



El nierika de Kauyumarie
José Benítez, Yicaiye Kikame, 1974


A lo largo de la muestra se puede apreciar la variedad de soluciones en forma y plasticidadad de cada autor, muchos fueron los cuadros que llamaron con demasía mi atención, pero El nierika de Kauyumarie, me causó una sensación muy peculiar, digamos que me atrapó, me senté a contemplarlo, a sentirlo, a escucharlo, regresé a él un par de veces y es que algo tiene que me hace entrar en los colores y pasear entre las formas, pero, debo admitir que me hizo reflexionar sobre un punto crucial sobre mi andar el camino de los antiguos y es que "esto, es un compromiso, no es un entretenimiento solamente, es algo serio, sin la seriedad de lo que socialmente se piensa que es, serio, en el sentido de que es una responsabilidad andar ese camino y es mucho más complejo de lo que cualquiera se pudiese imaginar, pero a la vez, es tan simple, que sólo pide sinceridad y corazón".

Todos los cuadros tienen un trabajo magistral del estambre, la forma en la que se resuelven "los espacios" habla de una comprensión de los que no es posible teorizarla, sino practicarla, mi corazón se reconfortó de al fin haber visto y escuchado tanta magia.

Vista desde la habitación de hotel en Guadalajara

Ya era la hora de que cerraran, así que salí de ahí con un gran ánimo, el cual sirvió de respaldo ante lo complicado que resultó hallar hospedaje, pero una vez logrado eso, a cenar y ha preparar lo necesario para ir al día siguiente hacia Xapawiyeme, la isla de los alacranes lugar sagrado en el lago de Chapala.

El clima en Guadalajara estaba mucho más fresco que en Tepic, amaneció nublado, pero Chapala espera, después bañarme y desayunar, tomé el tren ligero hacia la estación más cercana a la central de autobuses vieja, tras caminar un poco, llegué a ella, el camión saldría en unos 20min, había gran fila pues el lago de Chapala es uno de los principales atractivos turísticos de la zona,  es entrañable el camino ya que pasamos por el hotel "el tapatío" lo que me hizo recordar los tiempos en que pasábamos las vacaciones con mi abuelo en las faldas del cerro que estaba justo atrás de ese hotel, pero a la vez  fue muy agradable, en menos de una hora ya se apreciaba la gran laguna, no había señas de que fuese a despejarse el cielo, así que no me tocaría ver las aguas azuladas.

Laguna de Chapala, Isla de los alacranes el fondo
Llegar antes de medio día fue bueno, dio oportunidad de recorrer el malecón sin tanta gente, ya que conformé avanzó la tarde aquello se fue llenando cada vez más, aproveché para disfrutar del hermoso paisaje de la serranía que rodea a la laguna, vi como era el movimiento para tomar la lancha y poder llegar a la isla de los alacranes, la cual era el sitio sagrado al que debía llegar para dejar la ofrenda.

Virgen en la Isla de los alacranes

Después de largo rato, me decidí a cumplir el cometido, abordé la lancha y el motor resonó contra el viento, íbamos a buena velocidad, así que los brincos fueron la constante, el paisaje es hermoso, nutrido de muchos cerros para donde uno volteara, al llegar me dijeron que tenía al rededor de 45 minutos para disfrutar del lugar, camine por mero instinto hacia la derecha y me encontré con un par de pequeñas construcciones, en la segunda y de menor tamaño se hallaba una virgen de Guadalupe con un conjunto de ceras y ofrendas de entre las que destacaban algunas jícaras huicholas.

                                                                   

Xapawiyeme Isla de los Alacranes
Seguí caminando hasta encontrar a mi izquierda unas escalinatas en la roca al subir, se aprecia la figura de un alacrán labrado en la roca misma pero pintado de color ocre, a un par de escalones más se aprecia ya el xiriki del lugar y más hacia la derecha del mismo un pequeño faro al que la gente se siente muy atraída y sube para tomarse fotos, dejando al xiriki como segunda opción de su curiosidad, me encontré con la construcción algo abandonada, con el techo quemado y las ofrendas algo dispersas por el piso, aunque muchas de ellas no parecen tener mucho ahí, incluso algunos muvieris y muchas ceras, enciendo la veladora que se me encomendó llevar, me limpio con la moneda y dejo al águila mirando al sol.

Xiriki con el techo quemado en Xapawiyeme

La gente que se acerca no tiene idea de los que es el lugar o que representa, escuché decir que era de brujos para amarres, de ritos para matar animales, de cosas oscuras, le decían a los niños que no se acercaran, muy pocos sabían que era sitio ofrendas wixáritari, algunos se tomaban fotos ahí, la gran mayoría al ver que estaba quemado no se acercaban mucho.

Xapawiyeme es el sitio sagrado al sur, ubicado en la Isla de los Alacranes en el lago de Chapala, es el lugar donde creció el árbol de chalate del que Takutse Nakawé le dijo a Wtakame que hiciera una balsa pues inundaría la tierra con mucha lluvia...

Lago de Chapala

El sitio es muy tranquilo de no ser por la gente que sólo va a ver en donde se toma la foto, estar rodeado de cerros por donde se mire genera una gran sensación de recogimiento, las aguas del lago se miran con apacibilidad, me alejé de todo y busqué un sitio tranquilo para recolectar el agua para mamá Marina, el viento era muy agradable, las nubes estaban bajas como intentando acariciar algo invisible pero que estaba ahí, junto entre el agua y el cielo.

Al encontrarme sola, tuve de nuevo esa sensación de quebranto del tiempo espacio cotidiano, como si todo transcurriese en otro ritmo, como si pasara mucho, pero a la vez fuese en un lapso corto de la "realidad", algo complicado de describir pero muy intenso al percibirse.

Xiriki en Xapawiyeme

Regresé para agradecer y despedirme del lugar, la tarde se deslizaba muy suavemente entre las nubes, por un instante pensé en los miles de pasos que habían danzado ese camino y en los cantos profundos que ahí se han entonado, luego todo regresó como de golpe, las personas pasan de largo rumbo al sitio para la mejor foto, yo caminé hacia el alacrán labrado en la roca, mi tiempo indicado se había acabado, era hora de regresar, pero antes, tenía que pasar al baño, una niña recibir el pago, al salir me pregunto que signo era, le dije que Aries, "¿quiere que le lea su horóscopo?" - ok, le dije-

horóscopo 

Al leer se encuentra con palabras que no conoce a lo que me dice "necesitamos un diccionario", me rió, ella sigue leyendo y dice "finiquitarás -"¿no se que sea eso?"- que terminará - le dije, "aaah", continúo leyendo y al terminar sólo dijo "ese es", le dí las gracias y una moneda, dijo "gracias a usted, que tenga bonita tarde" y nos dimos la mano, regresé justo por donde llegué, subí a la lancha, aprecié el paisaje entre el brincoteo una vez más y agradecí la dicha de recorrer el camino y haber logrado lo planeado.



Elote de Chapala
Ya de vuelta en el malecón, tomé una rica agua de coco, caminé buscando algo de comer, pero había mucha gente, así que decidí mejor ir hacia Guadalajara, aunque en el camino crucé con una señora que vendía elotes asados y comí uno de los elotes más exquisitos que halla probado, además como se ve en la imagen su color era tan apetecible, creanme que su sabor le hacia juego, sabía como se ve, una delicia en verdad.

Cassetes en la central vieja
El regreso a Guadalajara fue rápido y sin mayor problema, al descender del camión pude apreciar de cerca un mostrador que sólo había visto de reojo por la mañana, se trataba de un aparador de casetes, tenía años que no veía uno, así que era todo un evento y un hallazgo tener enfrente, me hizo recordar muchos viajes con mis abuelos, toda una experiencia esa central vieja, le hace honor al nombre, es como regresar en el tiempo a finales de los años 80 inicios de los 90.

Cuando ví que aún faltaba para la hora de cierre del hospicio Cabañas, decidí ir de nuevo a recorrer la muestra de Arte Wixárika, no podía dejar pasar la oportunidad si estaba ahí, así que recorrí con destino ya más direccionado a los cuadros que más me habían atrapado, ya cuando salí comenzaba a oscurecer, así que busque donde comer y luego directo  a dormir, pues al día siguiente debía estar temprano en la central para ir hacia Tepic, pues sólo encontraría lancha hacia Potrero antes de la 1 o 2 de la tarde.

Hubo mucho ruido en el hotel esa noche, así que me quedé dormida y desperté tarde, así que sólo corrí a guardar todo y salir hacia la central, afortunadamente llegué  a tiempo, tanto al camión, como a la presa, creo que abordé la última lancha hacia Potrero, el sol estaba alto, el viento jugaba con las aguas de la presa, mi corazón latía con regocijo estar de regreso.














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