lunes, 27 de marzo de 2023

VISITA 40 A LA COMUNIDAD WIXÁRIKA DE POTRERO DE LA PALMITA MUNICIPIO DEL NAYAR

Sábado 18 de marzo, el sol radiantes nos recibe en la presa de Aguamilpa, la lancha emprende camino, la intensidad de los colores nos recuerda que estamos en otro tiempo, la prisa se quedó en la ciudad, los cerros nos reciben con los brazos abiertos.

En la lancha hacia Potrero de la palmita


Las mujeres en las cabañas ya nos esperan con un rico desayuno, los niños nos acompañan a la artesanía, durante el camino se pueden apreciarlas los brotes de ciruelas, se ve que habrá una buena temporada, las ramas se miran retacadas de los pequeños frutos aún verdes, pero ya una semanas, el amarillo las vestirá. Ya en la ramada las mujeres y sus hermosas piezas de multicolor invitan a mirar detenidamente las nuevas creaciones, abrazos, sonrisas, saludos de gran calidez que se agradecen entrañablemente.

árboles de ciruelas

Caminar por el pueblo es disfrutar del silencio y la tranquilidad, el sol está con todo, pero hay que aprovechar el tiempo, así que vamos hacia la ensenada, el agua se mira tan tranquila, como en buena época de secas, el panorama ofrece una paleta de colores tierra, por la misma razón el río ha bajado más su nivel.

Potrero de la Palmita

Ya nos esperan en el caliguey el mara `akame Aureliano y los músicos, incluido Ramón Carrillo quien nos comenta brevemente sobre la comunidad, la cultura, la danza y la música que nos compartirán.

Ramón Carillo y Aureliano


Muchas comida deliciosa, mucha plática, los niñas me cuentan como les ha ido en la escuela, que han hecho, les digo que ya están muy grandes, que ahora si se nota que están creciendo y pronto dejaran de ser niñas, alguna les da risa, a otras gusto y otras más dicen que mejor se quedaran ya así, jajaja, eso ni es cierto, le respondo, a lo cual sólo intenta no soltar la risa, es increíble verles crecer.

La noche nos arropa, las estrellas acompañan nuestros sueños, el día nos regala un apacible espacio para disfrutar del lugar, por la tarde es momento de subir a cerro Cuate, es un momento siempre esperado, tanto por quienes visitamos como por los niños y niñas que disfrutan de acompañarnos, conforme avanzamos el sol va bajando en el horizonte.

Camino hacia Cerro Cuate


Durante estos poco más de 10 años el camino se ha visto modificado en un par de ocasiones, por lo cual hemos conocido varios senderos y aún con que en cierta forma es siempre el mismo camino, hay instantes en que pareciera distinto, algún detalle lo "modifica", el tono ámbar de un rayo de luz, algunas vacas pastando, alguna rama caída, flores de colores que no había visto antes, es una expedición en la que los propios niños también descubren cosas, inclusive hay quienes nos dicen, -yo nunca había venido por acá-.

Tras el esfuerzo por alcanzar la cima, el viento nos recibe para descansar lo andado, el sol está por llegar al límite que podemos observar del horizonte, platico con Luisa y Celeste, quien me comenta que hay un fecha en la que todos van a la isla, me intriga saber más al respecto, después Ricki se acerca con nosotras, miramos la isla a la distancia, por un instante guardamos silencio y suspiramos casi que al unísono, Tau el sol se pierde tras el horizonte.

Ricki, Celeste y yo

Anakie visto desde Cerro Cuate

Tau desde Cerro Cuate


Hermoso atardecer el que vivimos esa tarde, la intensidad de sol en sus últimos minutos antes de ocultarse fue deslumbrante, la bajada como siempre toda un aventura pues los niños y niñas casi que corren por el sendero, sólo se escucha como gritan y ríen, la noche nos acompaña camino a las cabañas, Tawexikta nos cobija, las mujeres son preparan la cena con deliciosas tortillas azules, sólo de recordar se me hace agua la boca, luego de una amena charla hay que dormir, por la mañana bien temprano la lancha nos lleva hacia la cortina, no sin antes despedirse, abrazar bien fuerte y prometer regresar.

Ramas emergiendo en el río, presa de Aguamilpa

A causa del bajo nivel del río, las ramas a las orillas del río vuelven a ser visibles después de varios años en que no se habían mirado, me recuerdan a mis primeras visitas, están tan blancas que contrastan con el agua y los cerros de fondo, me hacen pensar en las astas de venados emergiendo de las aguas azules, serán tiempos de retomar proyectos, no lo había mencionado, pero entré al Doctorado en Artes Visuales y el tema que propuse trabajar esta vez es Anakie , el sitio sagrado, el simbolismo que este conlleva, para ello, habrá que dialogar y solicitar el permiso necesario.

 


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