VISITA 46 2da Parte a la Comunidad Wixárika de Potrero de la Palmita

Esta visita está dividida en dos partes para dar espacio y énfasis a lo acontecido en cada una.

Esta segunda parte se podría decir que tiene lugar a partir del día lunes 29 de abril.

Es oportuno recordar que este blog surgió como parte del proyecto de maestría que realicé entre 2012 y 2015 en aquel entonces investigaba sobre la simbología del venado azul de los Wixaritari. Desde entonces lo he mantenido a manera de registro de mis visitas tanto a la sierra wixárika como a sitios en relación a dicha cultura. 

La relación que se ha consolidado con la comunidad de Potrero es más que académica, es de vida. Es parte de mi ser-hacer -sentir. La conexión con las personas que habitan este lugar ha forjado un lazo de confianza y aprecio, un cariño especial que me ha brindado la oportunidad de tener una familia otra, que si bien no es de sangre, si lo es de corazón, agradezco enormemente tremenda oportunidad a la vida.

Potrero de la Palmita, Municipio del Nayar

Ahora, recién hace un par de años en 2022 inicié un nuevo proyecto de posgrado, un doctorado de nueva cuenta en el área de las artes y siendo consecuente con lo andado tiene como eje a la cultura Wixárika, específicamente el lugar sagrado llamado Anakie. Así como en la otra ocasión, generé interacción con l@s niñ@s a través de la práctica del dibujo, intento retomarla para dar forma al proyecto actual, así que ese fue el cometido de permanecer en la comunidad después de la realización del festival.

Presa de Aguamilpa
en la imagen, la zona blanca casi al centro,
es la isla sagrada denominada como Anakie

Tenía mucho tiempo que no andaba en Potrero con una intención tan precisa, en esta ocasión invitar a l@s niñ@s a dibujar, todo se dio de una forma muy natural, con gusto aceptaron la invitación, acordamos la hora y el lugar, sería a las 2 en la artesanía. Ellos saldrían de la escuela a eso de la 1 y les daba tiempo de ir a sus casas, cambiarse el uniforme y comer, aunque me comentaron que comían en la escuela, así que no había problema con eso.

Rumbo a su casa después de la escuela
como era lunes, tocaba uniforme Wixárika

Ese día estuve de visita en casa de mamá Basilia y por estar en la plática y plática se me pasó el tiempo, cuando salí eran ya 2:10 y vi que ya iban l@s niñ@s a buscarme porque no estaba en la artesanía 😛

Me disculpé y nos fuimos en bola hacia la artesanía, ya que ahí había buena sombra y algunas mesas donde podrían dibujar sin problema, además de que si pasaban más niñ@s por ahí, nos verían y se podrían integrar, lo cual sí sucedió.

Niñ@s dibujando

La mayoría de quienes aceptaron la invitación disfrutan dibujar, les repartí hojas y puse a su disposición, colores de madera y crayolas, delgadas y gruesas, cada cual podía elegir con que dibujar y colorear. 

Preguntaron -¿qué vamos a dibujar?- a lo respondí, -dibujaremos, el cerro cuate, la isla sagrada y la presa-, la gran mayoría dijo que estaba bien, aunque hubo quienes preguntaron, -¿cuál isla?- , lo que me dio una idea de que tanto conocen las infancias sobre el costumbre relacionado con Anakie.

Explique cual isla a quienes habían preguntado, mientras que por otro lado hubo niñas que me contaron que ellas iban con sus familias a la isla y que llevaban comida y ofrendaban velas. Fue una gran fuente para conocer sobre sus experiencias y sus saberes.

Tal como hice hace años atrás, realizamos un intercambio por cada dibujo yo entregaba un obsequio, como fueron 3 dibujos hubo 3 obsequios, animales "bichos" de plástico los cuales tuvieron gran éxito, pulseras de plástico y papel metálico en su interior mismas que ya habían sido bien recibidas años atrás y un juego que no se como se llama, se trata de un cuadro de plástico que contiene cuadritos móviles numerados del 1 al 15, en la parte de atrás tiene grabadas las posibilidades de acomodo, también contó con una gran recepción y me sorprendió la agilidad de quienes lograron dar acomodo en un tiempo corto. Me dio gusto que aun y con el éxito de otros medios de entretenimiento, lo que les compartí fue de su agrado pero sobre todo de interés.

Pasamos un buen rato, entre algunos comentarios sobre la isla o quienes me decían quienes eran los que estaban caminando en el cerro que habían dibujado. 

Tuve oportunidad de ver también posibles contrastes, cambios y constantes en comparación con lo que sucedió en las sesiones de dibujo de hace más de 8 años.

No podía faltar la selfie
después de la sesión de dibujo

Ya al final también estuvimos jugando a tomarnos fotos y reír mucho. Disfruté tremendo esa interacción, me hizo recordar muchas sonrisas de las sesiones de tiempo atrás, pensé en quienes participaron en ellas, cuantos años tenían en ese entonces y cuantos tienen ahora, qué han estado haciendo, cuantos son ya papás o mamás, quienes se han ido de Potrero y nos les he visto en años, quienes siguen ahí y están terminando los estudios de prepa o de universidad. 

Todo un recuento de vida, las suyas y la mía, son momentos como ese en los que doy un suspiro hondo y siento profundo en mi pecho una sensación, entre alegría, nostalgia y algo que no puedo definir.

Pasé un par de días más en Potrero, disfrutando de la tranquilidad, el cielo despejado, los cerros apapachando el corazón y compartiendo vida con quienes amablemente me reciben con los brazos abiertos.

Cotorritos en crecimiento

Esther me mostró los cotorritos que ha estado alimentando y cuidando, les prepara un poco de masa con agua y se las da con una jeringa, son muy pequeños, recién les están saliendo las plumas, "ya cotorrean" dijeron en broma. Haber si se logran.

Rumbo a la cortina de la Presa Aguamilpa

Había que regresar a la CdMx, así que con un tanto de pesar, me despedí por esta ocasión de los cerros y quienes ahí habitan. Pero con la encomienda de regresar pronto, quisiera para finales de junio, habrá que dar continuidad a las sesiones de dibujo y las pláticas con quienes conocieron, vieron y vivieron lo que era esa zona antes de la construcción de la presa, cuando las "ajuntas" como también se le conoce a Anakie, era una cueva y dejaban ofrenda donde nacía agua.